Una Historia de Amosh

Todas las historias de amor tienen un inicio común, la nuestra inicio en un billar, un día de parranda normal, un día sin nada mejor que hacer amigos en común decidieron que era irrelevante conocernos, que era algo común presentar un amigo a otro y allí te vi, sin nada extraordinario, como todo un joven normal que simplemente salía un día a divertirse con su hermano y una amiga mientras que yo salía con amigos del sexo opuesto, era tan similar, ella y yo las únicas mujeres del grupo, al mismo tiempo tu y yo los únicos que no coincidían en el lugar, el destino la hora, nada, dos completos extraños que estaban destinados a verse y conversar por primera vez.
Hola mucho gusto, nuestras primeras palabras, una sonrisa un poco fingida por no ser tóxicos una conversación incluso vacía que no incluía mayor cosa, ninguna clase de atracción, nada, dos personas ajenas al mundo del otro pero a pocos días de coincidir en millones de cosas.
Ese día no lo recordé, ni el siguiente ninguno en realidad de toda esa semana, tal vez lo recordé pero por el lugar en el que estábamos o porque comente la salida con alguien mas pero para mí era completamente irrelevante hasta que un día en el MSN salude a su hermano y recuerdo que contesto “Brian no está, soy Carlitox” y allí fue la primera vez que los 2 tomamos interés en entablar una verdadera conversación para conocernos un poco mejor, tal vez fue un veintitanto de diciembre, pues durante los siguientes días nos dedicamos a planear un fin de ano a lo grande prometimos que haríamos que fuera un día alegre o al menos así lo recuerdo yo. No fue sino hasta el 31 de diciembre, el día que terminaba el ano cuando nos vimos de nuevo, la segunda vez en nuestras vidas, y la primera cita a solas, después de varias conversaciones por MSN un hola nena y un hola niño nos hicieron tomar un poco de confianza como para hacer supermercado solos como primera cita, claro ninguno de los dos sabia que en realidad era una cita, o quizás lo sabíamos pero queríamos ignorarlo, y es que siempre se mantuvo la idea de que no existía atracción alguna.
El hambre lo invadía porque salió de su trabajo y se dirigió directamente a mi casa así que ninguno de los 2 había almorzado y lo más accesible era taco Bell, uff nuestra primera comida, recuerdo que platicamos y el tiempo paso volando y el tenía que regresar a su casa a cambiarse y pasar por su hermano y nuestra amiga en común, la que nos presento, yo tenía que regresar a la mía porque tenía que cocinar para todos, decidimos comer carne asada, arroz, ensalada, y mil cosas más, y que pasaríamos una noche feliz pues durante la primera conversación a solas contamos secretos e historias que al final de cuentas durante la noche estaban de mas, porque a su lado todo parecía mejor, todo regresaba a ser de colores y el blanco y negro de mi vida desaparecía rápidamente con el pasar de los segundos no minutos, no horas, segundos a su lado, jugando mímica, platicando de temas absurdos e incoherentes viendo como sonreía con las 12 uvas, la escoba, las maletas y todas las tradiciones de media noche, cuando nos abrazamos y me dijo que todo estaría bien, cuando lo pronuncio tan cerca que lo creí. Cuando su mirada quedo fija con la mía y decidimos que las chispas no eran fuegos artificiales de media noche sino nuestros corazones que latían tan rápido que incluso en nuestras pupilas se podía notar.
Allí lo comencé a querer, aun mas cuando en sus planes del siguiente día me incluyo aun cuando no teníamos mayor cosa de que hablar, aun hoy que es 15 de junio y son las 11:30 pm y recibo un mensaje de él y me hace llorar, aun así lo quiero.
Al siguiente día paso por mí, después de medio día, y yo moría de hambre, recuerdo perfectamente mi tomate el globo que me regalo la conversación en el carro el almuerzo las miradas, la piel eriza de sentirlo cerca todo, y parece como un cuento que quisiera poder revivir una y otra vez.
Al entrar a su casa reconocer un estilo de vida similar al mío y entonces confirmas las sospechas, El es especial, es único, es .. No mejor no debía ilusionarme quien sabe qué pensaría sobre mí, vimos algo que no recuerdo que fue solo que era una película de su colección de millones quizá fue el ilusionista o algo así no lo recuerdo, no lo sé no estoy muy segura, lo olvide por completo gracias a que el me regreso a mi casa a tiempo y platicamos demasiado solos los 2 en el carro donde abrimos nuestros corazones y compartimos sentimientos por primera vez.
Y llego el 2 de enero un día mágico, el día que nos mensajeamos como locos si pudiera recordar algún mensaje especifico y completo, pero no, solo recuerdo que todos y absolutamente cada uno fue especial durante todo el día cada mensaje fue maravilloso, escuchar que mi celular sonaba me hacia tan feliz.
Contar cada anécdota llevaría una eternidad como por ejemplo que al siguiente día fuimos al Miraflores un centro comercial y me regalo mi agenda o que el domingo de esa semana me llevo McDonald a mi casa, también fue maravilloso o que el domingo que se siguió vimos de nuevo películas en su casa, o que a partir de ese día iniciamos el maratón del cine como secretamente le llamo yo, pues intentamos ir todas las semanas al cine sin importar la película que fuéramos a ver. Fueron millones de detalles minuciosos que invaden mi mente y mi corazón pero es momento de hablar de los más relevantes, los que nos marcaron, los que simplemente son tan especiales y únicos que vale la pena plasmar.
Nuestro primer beso, frente a su hámster, algo ilógico pero para recompensarlo el segundo fue frente al piano, por Dios, ese hombre es tan especial que me hace revivir cada momento a su lado cada instante, el recordar que su mano roso la mía y mientras mi primera lección de notas musicales del maravilloso talento que lo invade me tomo del las mejillas y me beso con suavidad, amor, y ternura, perfecto era el primer beso perfecto solamente que no era el primero, era el segundo.
Oremos decíamos, mientras que sabíamos que desde el cielo nuestro padre nos escuchaba ansiosos de poder ser más que amigos pidamos confirmación y pues pasaban los días y un día normal le regale una mochila y otro día normal el me regalo una esclava ambas verdes, otra cosa en común, nuestro color favorito, confirmación o no confirmación, tu ya eras mío y yo ya era tuya, eso con el completo significado de la palabra, fue en tu dormitorio después de platicar y orar cuando lo cumplimos si no lo recuerdo mal, luego en mil lugares más que es mejor no mencionar pues la evidencia esta de mas.
También recuerdo el día en que nos dimos cuenta que sus lentes me quedaban perfecto, no solo me miraba maravillosamente bien si no que su graduación es la misma que la mía, es increíble pensaba yo dentro de mí, no puedo creer que en verdad exista alguien que tenga exactamente la misma graduación que yo, no es que sea única es que justamente de esa persona estoy enamorada.
Después de comenzar con las travesuras el escaparnos del mundo entero para estar solo frente uno al otro y poder decir las cosas que la gente no nos dejaba expresar llorar uno frente al otro, pedir el uno por el otro, discutir por la causa del contrario y alejarse simplemente porque si.
Cuando por un descuido de él fue inevitable la separación, y el dolor invadió por completo mi corazón, no lo quiero aceptar aun, a veces despierto agitada por la madrugada y anhelo con todo mi corazón despertar de ese sueño que más que sueno día a día parecía más una pesadilla.
Perderlo, era algo que mi corazón no quería y mi mente no podía aceptar, insistir mi única arma y las balas que incluía recapacitar. Sigo hoy en día intentándolo y espero lograrlo con mi último intento con el final de una historia inconclusa que escribo por la madrugada para el que ama mi alma.
Un cepo en un sábado caluroso que por un descuido mas una conversación menos, un malestar un examen una preocupación, lo que fuera nos costó un dinero que queríamos invertir en nuestra privacidad.
Un descuido tras otro pues anteriormente por causa de ellos también lastimamos nuestras cabezas con el baúl de un carro y reímos y lloramos en ese carro, y pasaron mil cosas más, como el casi ser descubiertos en una carretera iluminada y transitada pero silenciosa pues solo la noche, el farol, el carro, el y yo sabemos lo que sucedió, sin más ni menos, traería consecuencias que cuatro personas temieron pero no fueron ciertas.
Llantos y sonrisas amo cada una de las dos que vivo a su lado. Amo el hecho de guardar cada memoria modelada en piedra dentro de mi corazón, como una piscina que sin olas mece nuestras almas ansiosas de privacidad, o un estudio que como lo dice su nombre prestó sus servicios para explorar en las sensaciones que incitábamos para conocernos mas y mas.
Cuantas cosas más y todas buenas, tantos recuerdos en mi memoria a largo plazo que no se van y no pienso permitir que lo hagan, al menos no durante esta vida.
Yo a él lo quiero, lo necesito, lo adoro, lo extraño, anhelo su presencia, valoro su carisma, admiro su valor, y reconozco que sin él mi vida no hubiera dado el giro de 180 grados que dio, que no valoraría las nubes cuando pasan sobre mí, que no admiraría las gotas de lluvia caer sobre mi rostro que no tendría tanta inspiración a la 1 de la madrugada y que estaría perdida vendiendo mi corazón a lobos que solo lo destrozarían sin valorar nada como lo valora El, único, diferente, especial, inigualable, ese es mi amado, mi ser perfecto para compartir el hoy sin saber que depara el mañana, si cambiar su mentalidad fuera parte del plan destruiría cada palabra escrita aquí pues así como lo conozco así lo quiero perfecto e imperfecto, maduro e inmaduro, como sea como quiera como le parezca, no importa lo que importa es que si es feliz yo lo soy también y me daría tanto gusto ser parte de ese pensamiento constante que lo invade que lo acompaña día con día, ser ese suspiro en la mañana y al anochecer, o simplemente entrar en sus sueños y decirle que lo quiero.Y así termina una pequeña recopilación de lo maravilloso que es que, que se expresa, del magnífico ser humano que vive dentro de mi mente y mi corazón...